COMUNICACIÓN POR EXCELENCIA
El oído es el órgano de comunicación en los seres humanos con mayor calificación. El creador de sonidos y melodías que con el tiempo nos viene sorprendiendo con su perfección. Los radialistas para una mejor comunicación deben hablar al oído del oyente, de la oyente, deben tener intimidad con ellos empleando un tono coloquial y afectivo.
Desde la primaria nos enseñan que para comunicarnos existe una fórmula o
modelo a seguir que es: e→m→r (emisor, mensaje y receptor), pero al avanzar la
lectura del presente ensayo nos daremos cuenta que no siempre se sigue este
modelo.
Siendo la radio nuestro medio de comunicación debemos saber que el
lenguaje verbal no es nuestro único código para poder comunicarnos. Necesitamos
asegurarnos que entre el emisor y el receptor haya un código en común para
tener la seguridad de que nuestro mensaje sea transmitido.
Como en todo trabajo se presentan inconvenientes y enemigos, la radio no
es ajena a estos:
- Desde el momento que se
emite un mensaje empiezan a aparecer inconvenientes y a influir factores
humanos y físicos siendo nuestro principal enemigo el ruido, debido a esto es que la voz
suele escucharse entrecortada o sin volumen.
- La calidad del micrófono que
utilizamos también influye en la transmisión del mensaje y en algunas
oportunidades teniendo el mejor de los micrófonos el problema radica en
nosotros al no saber posicionarnos frente a él.
- Las condiciones topográficas
y atmosféricas son decisivas para que nuestro transmisor distribuya de
forma efectiva las ondas electromagnéticas hacia la
antena. Necesitamos evitar todos los ruidos de carácter técnico.
- También hacemos ruido al
utilizar palabras que la otra persona no entiende.
La comunicación es mucho más de lo que pensamos, es más que la
transmisión de conocimientos, un mensaje o algo que se quiera decir. Debemos
tener en cuenta el tono en que decimos cada palabra ya que será el receptor
quién interpretará a su manera lo que comuniquemos porque no somos máquinas,
cada persona tiene una manera diferente de ver las cosas, interpretar y darle
el sentido a los mensajes que le son transferidos.
La última etapa y decisiva de la comunicación radiofónica es sin
duda el interés que el mensaje despierte en el receptor porque
nuestros mensajes solo serán escuchados si lo que transmitimos le interesa a
nuestros receptores y muchas veces eso no ocurre pero nos auto convencemos que
lo que decimos les tiene que interesar y que por eso nos
sintonizan mucho. Por eso se dice que la mayor fuente de ruido viene
desde el emisor.
Para comunicarnos necesitamos compartir un código y la condición básica
para conseguir un código común es que el emisor se ponga en
actitud de buscarlo.
Por eso antes de comunicar o emitir un mensaje debemos hacernos la
pregunta: ¿Qué quiere escuchar mi receptor? y de esta manera hablar menos y
escuchar más.
Ahora bien, habiendo leído lo anterior podemos decir que nuestro modelo
debería ser en el siguiente orden: r→m→e (receptor, mensaje y emisor).
En la radio se caracteriza por el uso de sonidos y voces: voz humana
(palabras) es la que se dirige a la razón del oyente, voz de la naturaleza
(efectos de sonido) es la que va directa a la imaginación del oyente y voz del
corazón (música) que va directamente a los sentimientos del oyente. Tres
códigos que se complementan de la mejor manera para acercarnos en su totalidad
al receptor: razón, imaginación y emoción.
La música entra por el oído y seduce con el canto a la gran mayoría de
personas que solo enciende la radio para oír música cuando lo que se busca es
que el emisor por medio de la imaginación hable a la imaginación del receptor.
En radio escucharemos a muchos que se dicen ser eruditos de la palabra y
el mensaje utilizando tecnicismos, produciendo una incultura cada vez mayor,
quejándose en algunas ocasiones de no ser entendidos. Pero siendo sinceros, nadie
podría entender el mensaje de una persona a la que le hicieron creer que
mientras más raro habla, más cultura demuestra o que la palabra más
incomprensible equivale a la más científica.
Cuando se habla por la radio se debe utilizar un lenguaje activo para
poder llegar a los oyentes, hablar con palabras sencillas nos facilita el
acercamiento con el público al que nos dirigimos siendo así el lenguaje activo
y el lenguaje pasivo los recomendados para hacer que la radio hable como habla
su público. Así mismo evitar las narraciones prolongadas que sobrepasan las 20
palabras de punto a punto.
Porque no es suficiente una palabra sencilla, sino brilla y como ya se
viene dejando en claro que para la radio las palabras se deben materializar
dejándolas visibles, dándoles un olor, sabor, poderlas tocar. Las palabras
entran por los sentidos.
Puede ser que al principio se nos haga tedioso o que nos lleve
mucho tiempo en el momento de transmitir pero si se quiere llegar a nuestro
público debemos pintar la imaginación de los oyentes usando palabras concretas.
Mientras más parecido hablemos como habla nuestro público, más podrá la gente
sentir la radio como suya.
En radio se tienen en cuenta cuatro formas básicas de expresión:
las frases enunciativas son las más utilizadas pero no las únicas que se deben
tener en cuenta porque también son necesarias las frases interrogativas
que hacen participar a los oyentes a través de su respuesta mental, las
admirativas que se prestan para resaltar algo y en algunos casos para
satirizar, las apelativas o imperativas a la hora de acusar a las autoridades.
Las comparaciones y metáforas son utilizadas para darle más energía a
nuestras frases desde lo más romántico hasta lo más irónico. En la misma línea
aparece el símil en la literatura y las parábolas utilizadas por Jesucristo.
Junto a la exageración lo que se busca es que el lenguaje ponderado quede para
abogados y todo el grupo de tinterillos. Pero si de hablar bien y brillante se
trata, siempre recurriremos a los refranes para convencer fácilmente porque
concentran sabiduría y experiencia transmitida de padres a hijos y nietos. Se
puede también captar la atención del público con narraciones porque así somos,
nos llama la curiosidad de saber la vida o los problemas de las demás personas
ya sean cosas reales o ficticias.
Un punto que se debe tener en cuenta estando en el siglo XXI es la lucha
en contra del lenguaje sexista porque como se sabe el
lenguaje refleja los prejuicios de la sociedad y nuestro lenguaje es
insoportablemente sexista, en otras palabras, se refiere a palabras
en masculino para poder referirse a ambos géneros. Debemos ir
empleando en nuestro lenguaje cotidiano palabras, términos y expresiones con
actitudes y significados equitativos para ambos géneros y así
democratizar nuestro lenguaje.
Empecemos por:
- Explicitar el doble sujeto
de una acción: pongamos
a cada artículo con su sujeto o con su sujeta.
- Busque sujetos más amplios
que abarquen a ambos géneros: palabras que engloban de forma general
términos para referirnos a mujeres y hombres. Tales como:personas,
juventud, clase trabajadora
- Feminizar las palabras que han sido
secuestradas por los hombre: esto se debe a que antiguamente la
mujeres fueron excluídas de las universidades pero ahora no debe
extrañarnos saludar a una ingeniera o una médica. Pero no olvidemos la
misma palabra "mujer" que en algunos caos es secuestrada por la
palabra "hembra".
- Equilibrar los ejemplos con
que hablamos: incluir
sin estidencias a ambos géneros.
- Evitar los saltos semánticos: dejemos de poner a los
hombre como personajes principales ya las mujeres en un segundo plano.
- Emplear la regla de la
inversión: poner
en femenino lo que general se escribe en masculino.
- Evitemos comparaciones
odiosas: no
disfracemos a las mujeres de varones para poder atribuirles una
virtud.
Antes de empezar con una transmisión es necesaria una revisión a nuestro
equipo técnico y humano. Tener la certeza que está capacitado para enfrentar el
nuevo mundo de pensamientos, requerimientos y necesidades de una población
determinada.
En la transmisión del mensaje en una radio lo que prima es la manera
como damos a cenocerlo para poder generar una imagen a los oyentes. Esto se
logra básicamente si se logra captar el interés del receptor teniendo en cuenta
que estos dos no pueden verse.
Si se quiere llegar a todos los públicos es necesario optar por un
lenguaje activo con expresiones que no siempre sean enunciativas.
Evitemos todo lenguaje técnico si es que queremos ser entendidos y sobre
todo escuchados. Dejemos de lado los tecnicismos y palabras rebuscadas que lo
único que hacen es aburrir y confundir a los oyentes y en muchas ocasiones el
mensaje no es captado por los receptores porque el emisor se creía un erudito
en el tema siendo el más ignorante por no saber como hablar frente a su
público.
En la nueva era social el machismo se va erradicando cada vez con más
aceptación en la población y la radio debe contribuir con esto. Debe contribuir
al realce, equidad y equilibrio entre hombres y mujeres con frases menos
sexistas y más inclusivas.
Las comunidades han encontrado en la radio comunitaria un espacio para
poder expresar cada uno de sus problemas y actualidades que viven a diario en
cada uno de sus pueblos jóvenes, caseríos, asentamientos humanos, entre otros.
Yendo desde cuadras principales repletas de basura hasta sus alegrías y sueños.
Informar y educar a la comunidad con temas importantes que permitan el
cambio social es uno de los fines de los programas radiales que puede emitir
una radio comunitaria así como apoyar y promover cambios sociales necesarios
para logras una comunidad más justa.
Las ventajas de este tipo de radio son:
- Contribuye al desarrollo.
- Ayuda a ampliar la
democracia.
- Defiende los derechos
humanos.
- Protege la diversidad
cultural.
Las desventajas de la radio comunitaria son:
- Posibilita que el receptor
imagine lo que se le está transmitiendo.
- Creación de imágenes
mentales a partir de lo que se escucha.
- La información que se
transmite es inmediata.
- Llega a todos los públicos y
rincones.
Carlos,
ResponderEliminarBuenos contenidos, no tanto el formato pues te desvías hacia el resumen.